Un unicornio

Había una vez en el bosque mágico, un unicornio llamado Felipen. Aunque era amable y gentil, se sentía triste porque no tenía un cuerno mágico como los demás unicornios. Todos se burlaban de él y lo llamaban 'el unicornio sin cuerno'. Pero Felipen no se dejaba vencer por las burlas, seguía siendo amable con todos en el bosque.

Un día, mientras caminaba por el bosque, Felipen escuchó a un hada llorando. Se acercó a ella y le preguntó qué le sucedía. El hada le contó que había perdido su varita mágica y no podía hacer que las flores volvieran a florecer. Felipen decidió ayudarla y juntos buscaron la varita mágica por todo el bosque.

Después de buscar por mucho tiempo, encontraron la varita mágica atrapada en una telaraña. Felipen usó su fuerte y brillante melena para liberar la varita. El hada estaba tan agradecida que decidió usar su magia para concederle a Felipen un deseo. Felipen pidió un cuerno mágico para ser aceptado por los demás unicornios.

El hada, con un toque de su varita, le concedió a Felipen un hermoso cuerno mágico. Desde ese día, Felipen se convirtió en el unicornio más especial del bosque. Todos en el bosque lo admiraban y querían ser sus amigos. Felipen aprendió que la verdadera magia está en la bondad y en ayudar a los demás, y que no necesitaba un cuerno para ser especial.